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Tras muchas complicaciones científicamente comprobadas, ahora se le suma la pérdida de audición. Aunque es muy común que los síntomas relacionados con la audición se presenten con cualquier infección viral del tracto respiratorio superior, según el Dr. Elias Michaelides, codirector del Programa de Implantes Auditivos y director médico de Audiología y Otorrinolaringología en Rush University Medical Center, en Chicago.
Y esto se debe plenamente a que las membranas mucosas se congestionan con mucha facilidad y como resultado de ello, en algunos casos puede acumularse líquido detrás de los tímpanos.
Aunque en un principio se creía que las secuelas únicamente se reflejaban en pacientes que habían permanecido en UCI o que habían presentado un cuadro infeccioso severo, hoy en día muchos estudios revelan que no necesariamente debe ser así.
La secuela es el daño que se ha producido en una parte del organismo y que puede prolongarse bastante tiempo o, incluso, durante toda la vida.
Cabe destacar que cuando se habla de Covid-19 persistente, según el representante de la SEMG, La (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia) “cuando se produce un mantenimiento de los síntomas por encima del tiempo que se considera normal en esta enfermedad”. Se trata, por lo tanto, de “la misma sintomatología de la enfermedad, en ciertos casos en un grado similar al del momento del inicio, en otros inferiores y también puede ser de una manera fluctuante”.
Son muchos los rumores que han resultado a partir de la comprobación médica sobre dichas secuelas. Entre las cuales se encuentran:
La fibrosis pulmonar o también conocida como la inflamación que se produce en el pulmón dejando una especie de cicatriz que produce unas consecuencias de modo permanente o semipermanente durante un largo periodo de tiempo. En casos complejos les hace dependientes del oxígeno una gran parte de su vida.
De igual forma alteraciones cardiacas y renales en pacientes que ya han pasado el virus siguen siendo persistentes. El daño en el corazón puede deberse a los efectos de los fármacos utilizados, pero también a la inflamación generalizada que produce esta enfermedad. La denominada tormenta de citoquinas, tan característica del Covid-19, es responsable de muchos de estos daños. La afectación del riñón puede traducirse en insuficiencia renal o una eliminación elevada de proteínas en la orina.
El virus también puede atacar al cerebro y producir, en determinados pacientes, una patología grave: la encefalitis aguda.
Ante toda esta información, la única arma de protección que tenemos los ciudadanos es el distanciamiento social y el uso preventivo de tapabocas. Cuidarnos es tarea de todos de manera eficiente, consiente y responsable.