Generalmente, cuando pensamos en el tema de los materiales peligrosos, lo relacionamos de forma simultánea con algo mortal.
Sin embargo, no necesariamente tiene que ser así. En el artículo de hoy te sorprenderá saber que existen sustancias comunes consideradas peligrosas y seguramente no te lo imaginabas.
¿Sabía usted que el oxígeno es un gas que también está clasificado como material peligroso?
Permítanos agregar a su repuesta que el problema a que nos referimos no es de saturación, sino…
¿Qué porcentaje de oxígeno debe haber en el medio ambiente para asegurar la vida humana?
Respirar porcentajes ricos o pobres de oxígeno se convierte en un problema de salud.
Cuando los niveles adecuados no están presentes, entonces podemos estar pensando en supresión, contaminación del oxígeno o su saturación; véase la Guía de repuesta para incidente por materiales peligrosos (GRE) en su GUÍA 122 (declaración de acciones) para el producto con número de identificación UN 1070.
Todo material y/o sustancias obtiene su clasificación como peligroso por sus características físicas, químicos o ambas, que al estar presente en concentraciones poco ideales pueden rápidamente salirse de control.
Esto ocasionado por condiciones de almacenamiento que generen altas presiones, inestabilidad, sobrecalentamiento, incompatibilidad con otros elementos, mala manipulación o por estar involucrados en incidentes que sean capaces de generar daños a la vida, a los materiales y al ambiente.
Cuando observamos la Gaceta Oficial N° 5.554 del 2001 que decreta la Ley sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos nos percatamos de esta concepción y en sus disposiciones generales se plasma la regulación de la generación, uso, recolección, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final que nos deja claro que ella misma activa el proceso de control y prevención de los incidentes por Materiales Peligrosos (MATPEL) y que asigna al Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC), a través del Registro de Actividades Capaces de Degradar el Ambiente (RACDA), para el registro, inspección y seguimiento de las sustancias peligrosas, además de su principal objetivo, toda sustancia, material o desecho que sea capaz de degradar al ambiente.
Tener una plena conciencia de que lo que “no conocemos puede matarnos” y de que el “hábito no hace el monje” puede aportarnos ventajas de seguridad cuando almacenamos, transportamos y manejamos los MATPEL.
Es necesario contar con los protocolos y procedimientos para abordar cualquier situación que se presente frente a la presencia de sustancias peligrosas susceptibles.