Los grillos están emparentados con las langostas (saltamontes). Sus patas están adaptadas al salto, sin embargo saltan menos que los saltamontes, lo que los hace más torpes. A cambio, corren por el suelo con rapidez.
Su régimen alimenticio es omnívoro: comen tanto hojas y tallos como insectos. Los grillos son venenosos pero no inyectan veneno, que de todas maneras no afecta al organismo humano.
Excavan una madriguera en el suelo, que consiste en una galería de más de medio metro, y que termina en una habitación esférica. La entrada a su madriguera la mantienen limpia en una gran extensión, ya que la utilizan para zona de “canto”
Para producir el sonido tan peculiar de estos insectos, levantan ligeramente sus alas y las frotan unas contra las otras. El mecanismo, se produce gracias a una estructura con un borde bien definido (aserrado) que sería una especie de raspador o plectrum que se desplaza sobre una zona pequeñas ondulaciones o pars stridens. Para hacer una similitud, sería como el proceso de desplazamiento de una púa de un fonógrafo sobre un vinilo. El tono varía con la cantidad de protuberacias y la intensidad de la frotación de las patas.
Se cree que es un mecanismo de atracción sexual al ser producido únicamente por los machos, logrando que sea una magnífico mecanismo de atracción. Con su insistente y a la vez melodioso canto (al menos para quien va dirigido), el grillo macho consigue atraer a compañeras de su misma especie para poder aparearse con ellas.
Las hembras son capaces de captar este sonido gracias a que, como la mayoría de los ortópteros, poseen órganos timpánicos.
El sonido chirriante del grillo se emite al aire a una longitud de onda que es muy parecida a la distancia que existe entre los dos oídos del ser humano (unos 20cm aproximadamente) y de ahí que no podamos determinar bien su posición: se trata de una ilusión acústica. Normalmente creemos que el sonido del grillo viene de un lado cuando está realmente en el otro. Esta ilusión se acentúa además cuando el sonido está exactamente delante nuestro, cuando no podemos determinar la fuente aunque si aproximadamente la distancia por la intensidad del mismo. El oído humano funciona usándose los dos sistemas auditivos. El oído que antes recibe un sonido determina la dirección de la fuente, pero si la fuente se encuentra exactamente delante o detrás nuestro, nuestra percepción de dicha fuente se desvirtúa.
Esta es la razón de porque son tan ruidoso los grillos, así que puedes verlo desde dos puntos de vista: El lado positivo, donde te conmueves porque todavía existen pareja que se dan serenata o del lado negativo donde ya conoces que la serenata que no te deja dormir, pronto se multiplicará, gracias al rápido mecanismo de reproducción de estos insectos. En todo caso siempre te ofreceremos una solución y ya sabes que… en Fumigación Universal estamos dispuestos a ayudarte!.
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