Los niños no deben estar expuestos al veneno para ratas. Desafortunadamente, estos químicos envenenan a más de 10,000 niños en los Estados Unidos cada año.
Los niños pequeños, especialmente los menores de 6 años, corren un alto riesgo de intoxicación accidental por ingestión. La curiosidad natural de los niños y el deseo de llevarse todo a la boca hace que la exposición a los rodenticidas sea un peligro muy real.
El control seguro de roedores y las precauciones pueden ayudar a mantener a las ratas fuera de su hogar mientras protegen a sus hijos del envenenamiento por rodenticidas.
Las siguientes secciones describen cómo están expuestos los niños, las medidas de emergencia y cómo evitar el envenenamiento en primer lugar.
El uso doméstico de rodenticidas pone a los niños en alto riesgo de envenenamiento accidental en sus propios hogares.
Los cebos rodenticidas son letales para cualquier mamífero o ave que los ingiera, y no solo para los roedores. Los rodenticidas a menudo se formulan como cebos en diferentes colores y formas, como bolitas, gránulos y bloques.
Algunos cebos también incluyen especias como aceite de pescado y mantequilla de maní. Por lo tanto, todos los cebos, especialmente aquellos con partículas pequeñas de colores, presentan un alto riesgo para los niños que pueden confundir los rodenticidas con dulces o comida.
Mantener estos productos fuera del alcance de los niños puede resultar muy difícil porque el cebo, para que sea más eficaz, suele colocarse en el suelo, y esto estaría al alcance total del niño.